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6. Establece un planning semanal para tener tu hogar limpio
Admítelo, poner la casa a punto en una única jornada maratoniana es tan cansino como aborrecible. ¿Por qué no haces un plan semanal en el que las tareas se dividan día a día? Proponte recoger una habitación por cada día de la semana: los lunes la cocina, el martes el salón, el miércoles el baño…
Organizar el trabajo de esta manera resulta menos estresante, ¿no crees? Elige una franja horaria para llevar a cabo esa limpieza y en cuanto haya pasado un tiempo, te habrás acostumbrado a la rutina. La pereza nunca más será un problema.
